La ciencia ¿La nueva religión del S.XXI?

La ciencia ha ayudado a mejorar nuestra calidad de vida. Desde el aumento de la calidad de vida hasta el desarrollo de nuevas tecnologías son consecuencias de la investigación científica. Todos estos logros nos han llevado a vivir un optimismo hacia todo lo que venga de este campo. Con solo ver la televisión, veremos cantidad de anuncios que utilizan supuestos estudios científicos para vender un producto.

Ahora bien ¿es buena esta situación?

A mi me gusta empezar mis clases planteando a mis alumnos la siguiente pregunta : ¿qué es la ciencia? Aquí hay múltiples definiciones, la mayoría muy optimistas. Pero siempre hay un par de términos que de una manera u otra aparece:

  • La observación. Y es que  parece claro es que la ciencia se basa en la observación.
  • La ciencia es la búsqueda de la VERDAD. Como si fuese el único conocimiento válido fuese el científico.

El último punto es el realmente preocupante, y el que me lleva a escribir esta entrada.

La ciencia se basa en la observación y ,a partir de la observación, elabora modelos. Un modelos es un intento de comprender algo que ocurre en la naturaleza. Si queremos entender como es el átomo recurrimos a modelos, podemos modelar un átomo como mejor nos convenga; pero ,eso sí, debe ir de acuerdo con la observación. Dalton, Thompson, Ruhterford, Bohr… elaboraron modelos para explicar como es el átomo . Cada uno de estos modelos fueron válidos hasta que la observación los refuta. Algunos de estos modelos finalmente derivan en el desarrollo tecnológico y en la mejora de nuestra calidad de vida. La mayoría de la tecnología actual , por ejemplo,  sería impensable sin el desarrollo de los modelos cuánticos.

Ahora bien, un modelo no tiene porque ser científico para funcionar. A los vikingos les valía pensar que los rayos eran producto de un  dios Thor enfadado. Para un niño de 5 años el modelo terraplanista es perfectamente válido, a fin de cuentas no va a hacer grandes viajes y la tierra que pisamos parece plana. El modelo geocéntrico tardó tanto tiempo en perder validez porque podía predecir el movimiento de los astros (aunque las predicciones en ocasiones eran muy complejas y cogidas por pinzas).

Creo que para hacer ciencia hay que dejar muy claro esto. La ciencia no estudia LA VERDAD. La ciencia hace modelos en base a observaciones.

Cuando se les explica a los alumnos algo de mecánica cuántica casi siempre se plantean la misma pregunta: Entonces ¿Cómo es en realidad un átomo? La respuesta a esta pregunta no es nada fácil, pero si intentamos imaginar un átomo desde nuestra experiencia vamos a encontrarnos multitud de problemas conceptuales, pues muchas de las conclusiones de la cuántica parecen contradecir el sentido común. Y es que la mecánica cuántica es  un modelo que tiene unos resultados experimentales que se ajustan bastante bien .

Si caemos en el error de creer que la ciencia nos dará la verdad, estaríamos convirtiendo la ciencia en algo que no es. Corremos el riesgo de convertir a la ciencia en la nueva religión del siglo XXI.  Si no somos conscientes de sus limitaciones, podemos esperar que la ciencia cosas que no puede darnos.

 

El equilibrio ¿Mito o realidad?

 

balance-stones

«Necesitas equilibrio en tu vida», «equilibra tu tránsito intestinal», «eso no cabe en una mente equilibrada». Está claro que el equilibrio se presenta como algo deseable en nuestra vida, pero ¿Qué es realmente el equilibrio? ¿Es posible alcanzar ese famoso equilibrio? Vamos a estudiarlo en esta entrada:

Cuando estudias algo de ciencia el equilibrio empieza a ser un término muy repetido: equilibrio mecánico, equilibrio químico, equilibrio termodinámico… Cada una de las definiciones tienen su validez dentro de su correspondiente ámbito.  No obstante todos vienen a decir que lo que estoy estudiando no parece variar con el tiempo (si digo alguna barbaridad podéis corregirme). Pero, hasta qué punto el equilibrio existe en nuestro universo o es una concepto que no tiene lugar en la vida real. Vamos a intentar aportar algo de luz a este dilema:

Nos vamos a  centrar en el equilibrio termodinámico. Podríamos hacerlo en otro cualquiera, pero este nos vale. La termodinámica es una rama de la física que históricamente se asocia al estudio de los gases, pero que va mucho más allá (me gustaría entrar en detalles, pero no quiero andarme por las ramas).

Antes que nada en termodinámica se habla de sistema (lo que estamos estudiando), entorno (lo que rodea a lo que estudiamos) y universo (el sistema y el entorno).

Un sistema  aislado (no intercambia energía ni materia con el entorno) se dice en equilibrio cuando sus variables termodinámicas (en los gases la presión , el volumen y la emperatura) no varían.  Un sistema no aislado se dice en equilibrio cuando su variables y las del entorno se igualan. Por ejemplo, una cerveza que acabamos de meter en el frigorífico estará en equilibrio cuando se ponga a la misma temperatura que el interior del propio frigorífico.

Parece que a estas escalas el equilibrio termodinámico es relativamente alcanzable, pero ¿Y si aumentamos el tamaño de nuestro sistema? Tomemos como nuestro sistema la cocina y todo lo que que contiene. Es de esperar que la temperatura del aire sufra modificaciones durante el día, por tanto este sistema difícilmente alcanzará un equilibrio duradero.  Y es que si tomamos la Tierra como nuestros sistema, gracias a su propio movimiento nunca estará en equilibrio (y menos mal porque este desequilibrio es esencial para la vida).

Sigamos haciendo experimentos imaginarios. Volvamos a los sistemas pequeños, concretamente a la lata de cerveza ¿Qué pasará si aumentamos el tiempo de medida? Si no hay acción exterior no pasaría absolutamente nada (permanecerá en equilibrio), pero como siempre suele  haber acción exterior lo más probable es que alguien se la beba, disminuyendo de esta manera su volumen, presión y temperatura; sacándola del equilibrio en definitiva.

Entonces ¿existe el equilibrio sí o no? Para  responder a esta pregunta te propongo el siguiente experimento, deja un objeto (el que sea) en un sitio que parezca en equilibrio (el centro de una mesa por ejemplo). Comprueba que el objeto siga en su sitio en diferentes intervalos de tiempo(cada día, cada semana, cada mes, cada año…) ¿Ha permanecido el objeto inalterado en todo este tiempo? Lo más probable es que la respuesta sea no ¿Estaba, por tanto, el objeto realmente en equilibrio?

En definitiva la pregunta a si el equilibrio existe habría que responderla con un «según». Obviamente si consideramos espacios de tiempo cortos y sistemas pequeños el equilibrio existe, pero cuando te sales de estas condiciones tan particulares se hace cada vez más difícil encontrarlo.

Por todo esto no te preocupes si tu vida es un desastre, o si tu tránsito intestinal no funciona como debería, el equilibrio sólo es una ilusión, acéptalo y sobrellévalo como te sea posible.