¿Qué busca la ciencia?

La ciencia es la caña. No solamente porque como rama del conocimiento sea entretenida y grandiosa, sino porque nos permite aplicar esos conocimientos para mejorar nuestra calidad de vida. Y es que es gracias a la misma que disponemos de avances tales como las vacunas, los ordenadores, internet, los móviles…

Todos estos avances hacen que la ciencia sea percibida como algo esperanzador, como algo en lo que hay que depositar toda nuestra confianza porque en ella está la  redención de la humanidad. Corrientes filosóficas como el transhumanismo (que propone hacerse uno con la máquina para mejorar de esta manera nuestro físico) nos dan cuenta de ello. Pero antes que dejarse llevar por este entusiasmo generalizado hay que preguntarse ¿qué busca exactamente la ciencia?

Ya lo dije en la entrada anterior, que escribí hace más de un año, y lo sigo diciendo ahora. La ciencia busca modelos. Pero, ¿Qué quiere decir esto de que busca modelos?

Los científicos deben ser grandes observadores, no es casualidad que Descartes ,en su propuesta del método científico, empezase el mismo con la observación. Y es que un científico debe observar los fenómenos de la naturaleza y darles una explicación que se acomode a su manera de pensar, y ya si tiene la capacidad de predecir algo sería perfecto. Pero ¿significa eso que el universo se comporta de manera matemática? Ni mucho menos. Todos los modelos científicos tienen sus limitaciones. La mayoría se limita a un rango determinado:

  • Sólo tiene sentido hablar de cuántica cuando estamos en escalas muy pequeñas.
  • La mecánica newtoniana falla cuando las velocidades son altas o cuando hay un número alto de variables.
  • La meteorología tiene un error bastante alto.

Incluso en la física hay ramas que no se encuentran conectadas entre sí (la cuántica y la gravitación por ejemplo), aquí entran las teorías de la unificación de las que hablaré en otra entrada.

Cualquier matemático reconocerá que cualquier modelos físico está lleno de chapuzas, y es que como he dicho la física intenta meter modelos matemáticos en la naturaleza, pero eso no siempre es fácil. Por hacer un símil es como cuando estamos haciendo un puzzle y una pieza no entra exactamente donde nos interesaría, y para ello la acabamos metiendo por la fuerza.

Por motivos como este estoy muy en desacuerdo en afirmaciones como que la ciencia estudia «la verdad». La verdad es mucho más compleja que la ciencia, y la ciencia sólo intenta aproximarse a la verdad con sus medios. A los científicos nos hace falta de vez en cuando una cura de HUMILDAD, y a veces parece que pretendemos que la verdad quede plasmada de manera unívoca y absoluta. Esto, además de arrogante, es poco realista.

A diario utilizamos modelos basados en la observación, modelos científicos podríamos decir,  para por ejemplo coger la cerveza más fría de la nevera; pero también empleamos modelos no basados en la observación, intuiciones por ejemplo. Creo que como científicos (observadores) debemos adentrarnos en el tenebroso mundo de la irracionalidad, pues si nos centramos únicamente en la racionalidad estamos sesgando nuestra perspectiva.

Es por ello que , aunque vivamos en (posiblemente) la época de mayor auge de la racionalidad, yo os animo a que experimentéis la espiritualidad por ejemplo. id a misa, o la mezquita. Haced un ritual personal. Meditad. Ponedle 5 duros en el dedo a San Pancracio. En definitiva experimentad los modelos fuera de la ciencia, pues allí también hay parte de «la verdad».